Todos seremos salvos

​La humanidad durante el proceso completo de su salvación pasará por tres grandes eras o juicios feroces pero purificadores:
  
1) La era del Juicio de la Casa de Dios, en la cual todavía está la humanidad y donde es edificado el cuerpo glorioso de Cristo.

 2) La era del Juicio de los Vivos (la cual abarca tres periodos: la Gran Tribulación, el Milenio y la Sublevación Final) y donde es destruido el cuerpo de pecado o cuerpo carnal.
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3) La era del Juicio de los Muertos, donde es destruida la mente carnal.

En la era del Juicio de la Casa de Dios, es salvado un pequeño grupo conocido como los elegidos, la simiente de Abraham, quienes estando vivos en la debilidad de sus cuerpos carnales vencen a Satanás, a su bestia interior, a Babilonia y al mundo, mediante el nuevo nacimiento o encarnación del Cristo en cada uno de ellos, el desarrollo de la mente de Cristo, y el gran sufrimiento causado por la destrucción de sus mentes terrenales por el fuego consumidor del Verbo de Dios. Solo para este grupo exclusivamente, habrá una primera resurrección y reinaran junto con Jesucristo en el Milenio como parte de las promesas que Dios el Padre le dio a Abraham y a su simiente (Jesús el Cristo y sus elegidos, los judíos espirituales). Esta era comenzó en Pentecostés hace dos mil años y está aún vigente hasta que se complete el número de los elegidos (simbólicamente 144.000).

En la era del Juicio de los Vivos se distinguen dos grupos de salvados, a) el conocido como la gran multitud quienes mueren sin pecados durante la gran tribulación, y b) los que mueren sin pecados durante el transcurso de la sublevación final del post milenio. Estos dos grupos de salvados logran su salvación gracias a la acción de los elegidos quienes estarán en la tierra con Jesucristo durante las vidas de estas personas. Al igual que los elegidos de la primera era, estando vivos en la debilidad de sus cuerpos terrenales vencen a Satanás, a su bestia interior, a Babilonia y al mundo, mediante el nuevo nacimiento o encarnación del Cristo en cada uno de ellos, el desarrollo de la mente de Cristo, y el gran sufrimiento causado por la destrucción de sus mentes carnales por el fuego consumidor del Verbo de Dios. Estos dos grupos de salvados tendrán entrada el Reino de Dios inmediatamente después de la segunda resurrección y no serán lanzados al lago de fuego o muerte segunda.

En la era del Juicio de los Muertos, serán salvados el resto los muertos que vivieron y murieron sin nacer de nuevo del Espíritu, desde Adán hasta la sublevación final del post milenio. Por el poder la misericordia de Jesucristo y sus elegidos, los muertos que no conocieron a Cristo estando en la carne volverán a vivir al recibir nuevos cuerpos en la segunda resurrección para ser lanzados al lago de fuego del Verbo de Dios y sus Elegidos o muerte segunda, donde la mente carnal será totalmente destruida y donde nacerá la gran cosecha del nuevo hombre, el nuevo Adán, el Hombre Espiritual.