El Nuevo Templo.

Desde que Jesús el hijo de Dios vino en carne, comenzó la edificación del nuevo Templo donde habría de habitar su Padre. Ese templo está constituido por personas de carne y hueso (Dios no habita en templos construidos por manos ni tampoco en otra galaxia llamada cielo) y es una extensión simbólica de los 12 apóstoles (12X12X1000) y una selección simbólica de entre las 12 tribus de Israel (12 mil de cada tribu). A esas personas se les llama en las sagradas escrituras “escogidos o elegidos” y conforman una elite espiritual universal, ya que son aquellos que han "nacido de nuevo" y que han pasado luego de muchas pruebas y tribulaciones a constituir el cuerpo de Cristo, es decir, el verdadero templo, el nuevo Adan, los administradores del reino de los cielos, el instrumento a través del cual la humanidad entera será salva por Jesús El Cristo. El proceso de reclutamiento de este contingente de personas comenzó con el mismo Jesucristo y perdura hasta hoy, y constituye el tema central de la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis y son los que “resucitarán primero”

Nosotros somos los 144.000 elegidos de las 12 tribus de Israel. Las ovejas perdidas que Jesús el Cristo vino a buscar. Somos el nuevo cielo y la nueva tierra, los verdaderos judíos por la circusición del corazón, la Jerusalen celestial, la tierra prometida donde el Reino de Dios se instaurará por siempre jamás.

Rom 2:29 sino que es judío el que lo es en el interior; y la  circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra;  cuya alabanza no es de los hombres, sino de Dios. 

Apocalipsis 21:1 Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe.

Apocalipsis 7:4 Y oí el número de los señalados: ciento cuarenta y cuatro mil señalados de todas las tribus de los hijos de Israel.

Apocalipsis 20:6 bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la muerte segunda no tiene poder sobre estos sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo,y reinarán con El por mil años.

Nosotros sus elegidos somos las cosas espirituales mismas que hablaba el profeta en parábolas: somos el tesoro escondido bajo la tierra; somos la semilla que es sembrada en buena tierra y da fruto; la levadura que leuda la masa, somos el traje de fiesta, la sal de la comida, la luz que ilumina y resplandece en medio de las tinieblas.

Vamos a ser elevados a una posición de gran poder y gloria para ser el instrumento mediante el cual, toda la humanidad será salva por Jesús el Cristo.

Esta es la secuencia: primero es el hombre terrenal, sujeto a la ley y esclavo del pecado, luego el hombre espiritual libre por la gracia del pecado y siervo de la justicia que es por fe. Así como el viejo pacto aun está vigente junto con el nuevo pacto, el viejo hombre convive con el nuevo en un “mismo cuerpo”.

Recuerda que los que nacen del Espíritu no saben de dónde vienen ni adonde van. Tranquilo déjate guiar porque solo los que se dejan guiar por el Espíritu son hijos de Dios. Deja a la Bestia quieta, ella va a perdición, Jesús, el león de Juda, si es que vive en ti, esta a cargo de vencerla, ya ella sabe que  la siega comenzó ....es poco el tiempo que le queda...

Mat 13:30 "Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega; y al tiempo de la siega diré a los segadores: 'Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla, pero el trigo recogedlo en mi granero.'"