- El regreso de Cristo
- Introducción
- El reino de los cielos esta dentro de ti
- Sabias que...
- Las llaves del reino
- Chispas de Luz
- Dios te habla...
- El nuevo pacto y sus promesas
- El plan de Dios
- Todos seremos salvos
- El nuevo templo
- El sueño del faraón
- Las parábolas
- La realidad espiritual
- La salvación
- Los elegidos
- Salvos por gracia
- Reinaremos con Cristo
- Babilonia
- La gran ramera
- La Bestia
- La marca de la Bestia
- Satanás
- El fuego consumidor
- La libertad
- El bautismo
- La navidad
- La ley del Espíritu
- La ley de Moisés
- La muerte primera
- La muerte segunda
- La expiación
- La resurrección
- La apostasía
- El anticristo
- El último hombre
- El milenio
- La verdadera Iglesia
- Profecías
- El final de los tiempos
- El Infierno
- De la muerte a la vida
- El sermón de la montaña
- La mostaza y la levadura
- Parábola de los talentos
- Parábola del sembrador
- La cizaña del campo
- El ciego de nacimiento
- El hijo pródigo
- Los dos bebés
- Deidad - Poema
- El Trono - Prosa Poética
- Alborada - Prosa Poética
- El Viaje - Prosa Poética
- El Amor - Prosa Poética
- Angelitos Negros - Poema
- El Amigo - Prosa Poética
- Bendíceme - Poema
- Mis muertos
- Tu Yo Soy
- La vida es asi....
- Oración
- Escritos de Mike Vinson y Ray Smith
- Evangelios apócrifos
- Los manuscritos del Mar Muerto
- Sispo
- Escríbeme!!!
Parabola de los talentos
oídme mientras os digo una parábola...
… Hubo cierto hombre -prosiguió el Nazareno- que, antes de marchar para un largo viaje a otro país, llamó a todos sus sirvientes de confianza y les entregó todos sus bienes. A uno le dio cinco talentos1, a otro dos y al tercero, uno. A todos les confió sus bienes, según sus distintas habilidades. Cuando el señor hubo marchado, sus sirvientes se pusieron a trabajar para sacar beneficios de la fortuna que les había sido confiada. Inmediatamente, el que había recibido cinco talentos comenzó a comerciar con ellos y muy pronto hizo un beneficio de otros cinco talentos. De igual modo, el que había recibido dos talentos pronto ganó otros dos. Y así lo hicieron todos los sirvientes, acumulando nuevas ganancias para su amo, excepto el tercero.
Este se marchó e hizo un agujero en la tierra, escondiendo el dinero. Pero el señor volvió inesperadamente y llamó a sus criados. El que había recibido cinco talentos se adelantó hasta su señor y, entregándole los diez le dijo: "Señor me distes cinco talentos y me complace presentarte otros cinco." Entonces, el señor le dijo: "Bien hecho, buen y fiel sirviente. Te haré mayordomo de muchos."
Entonces, el que había recibido dos talentos, avanzó diciendo: "Señor, entregastes en mis manos dos talentos. Mira, he ganado otros dos." Y su señor le dijo: "Bien hecho, buen y fiel sirviente. Tú también has sido fiel y ahora te pondré por encima de otros."
Por último, llegó al recuento el que había recibido un solo talento.
"Señor -le dijo-, te conocía y me di cuenta de que eres un hombre astuto porque esperabas ganancias cuando tú, personalmente, no habías trabajado. Por tanto yo temía arriesgar lo que me habías confiado...Yo guardé tu talento a salvo en la tierra y aquí está. Ahora tienes lo que te pertenece".
Pero su señor contestó:
"Eres un criado indolente y perezoso. Por tus propias palabras has confesado que sabías que te iba a pedir cuentas con beneficio razonable, como tus compañeros lo han hecho. Sabiendo esto deberías, al menos, haber colocado mi dinero en manos de los banqueros para que, a mi vuelta, yo pudiera recibir mi dinero con interés."
Entonces, el señor dijo al jefe de los criados: "Quitad el talento a este sirviente y dádselo al que tiene diez."
A todo el que tiene, le será dado mucho más y tendrá abundancia. Pero, al que no tiene, incluso, lo poco que tenga le será quitado. No os podéis quedar quietos en los asuntos del reino eterno. Mi Padre exige que todos sus hijos crezcan en gracia y en conocimiento de la verdad. Vosotros, que conocéis estas verdades, debéis producir el incremento de los frutos del espíritu y manifestar una devoción creciente en el generoso servicio a vuestros compañeros sirvientes. Y recordad que lo que deis al más pequeño de mis hermanos lo habréis hecho en servicio mío.
Y así debéis hacer la obra del Padre, ahora y más adelante. Continuad hasta que yo venga.
La verdad es la vida. El espíritu de la verdad siempre dirige a los hijos de la luz a nuevos reinos de realidad espiritual y divino servicio. No se os da la verdad para que la cristalicéis en formas hechas, seguras y honorables.
¿Qué pensarán las generaciones futuras de aquellos depositarios de la verdad, si les oyen decir?: "Aquí, Maestro, está la verdad que nos confiaste hace cientos o miles de años. No hemos perdido nada. Hemos preservado fielmente todo lo que nos diste. No hemos permitido cambios en lo que nos enseñaste. Aquí está la verdad que nos diste."
Libremente habéis recibido. Por tanto, libremente debéis dar la verdad del cielo. En verdad, en verdad os digo que entonces, esa verdad se multiplicará e irradiará nueva luz. Incluso, cuando la administréis vosotros.
1 Un talento equivalía a 6.000 denarios. Los ocho talentos, por tanto, eran una considerable fortuna.
J.J Benitez. Caballo de Troya
Lucas 17:10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha ordenado, decid: "Siervos inútiles somos; hemos hecho sólo lo que debíamos haber hecho."